¿Por qué unir la danza Butoh y Neurociencia para la creación?

Por Lucía Callén

«Lo que es sagrado, lejos de ser la persona, es lo que en un ser humano es impersonal. (…) La verdad y la belleza habitan ese dominio de las cosas impersonales y anónimas».
Simone Weil

La percepción subjetiva del mundo

El cerebro vive en el silencioso submundo de la oscuridad craneal. A pesar de ello, es capaz de revelarnos el mundo exterior en colores, formas, texturas y objetos, y el mundo interior en cambios metabólicos. Combina las señales sensoriales desde los diferentes órganos, con sus expectativas o creencias, y transforma la realidad objetiva en imágenes subjetivas. El divulgador y neurocientífico Antonio Damasio nos advertía que no es lo mismo “sentir” que “percibir”. Podemos sentir en la oscuridad del inconsciente, pero para percibir necesitamos la luz de la consciencia.

La percepción no es un proceso pasivo, es un proceso cognitivo complejo en el que el cerebro debe construir activamente su realidad. Para ello, debe hacer una serie de conjeturas que le ayuden a predecir nuestra mejor versión del mundo. Cuanto mayor sea nuestra exploración del mundo mejor capacidad de predicción tendremos.

El neurocientífico Anil Seth afirmaba que La realidad no es más que una alucinación colectiva.

La danza Butoh es una danza para la exploración de los procesos cuerpo-mente, un viaje de exploración psicosomática donde se desarrolla la “conciencia perceptiva” o la «percepción sensorial recíproca«, ampliando nuestra capacidad sensorial y la de predicción en movimiento, ayudándonos a desarrollar un imaginario intersubjetivo en el espacio compartido para ampliar la posibilidad de existencia.

«El cerebro construye mapas de los cambios corporales en varias regiones con la ayuda de signos químicos trasportados en la sangre, y señales electroquímicas trasportadas por las vías neurales. Finalmente, los mapas neurales se vuelven imágenes mentales».
Antonio DamasioBeneficios de la danza Butoh. Una danza para la exploración del inconsciente

Beneficios de la danza Butoh. Una danza para la exploración del inconsciente

En 2003 un estudio de la revista Journal of Medicine demostró que la práctica habitual de la danza es un factor preventivo para la salud neurológica y es capaz de disminuir en un 76% la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Además, existen muchos otros beneficios como, la liberación del estrés; la mejora de la atención, concentración y coordinación; el desarrollo de la consciencia corporal, la respuesta quinestésica y la propiocepción; la optimización de los recursos de las zonas motoras; la mejora de la percepción y comunicación con los otros sincronizando los cerebros y corazones de las personas implicadas; y el desarrollo de la colectividad y la cooperación.

En el butoh, además, se desarrollan, procesos de integración cognitivo-motora particulares, sincronicidad intercerebral, coordinación interpersonal, desarrollo de la atención múltiple y reducción de la importancia del yo, y recuperación de memorias olvidadas. Procesos

neurobiológicos complejos que actualmente están siendo estudiados por la Neurociencia moderna para su aplicación terapéutica, dados sus múltiples beneficios para la salud (Theofanopoulou et al., 2023).

A través de la meditación en movimiento, exploramos el paisaje inconsciente del cuerpo, accediendo a las imágenes simbólicas del mundo onírico, posibilitando la expresión de las memorias silentes mediante movimientos no intencionados o involuntarios, y entrenado la permeabilidad psíquica y corporal, permitiendo que la energía vaya moldeando nuestra fisicidad hacia una metamorfosis en diálogo constante con el espacio. Nos enfocamos en el cambio de la percepción interna de nuestro cuerpo, reconstruyendo los mapas corporales y reinterpretando el mundo intracorpóreo, para ampliar nuestra posibilidad de vivir, mejorar la autopercepción, la percepción del mundo y la interacción con nuestro entorno.

Utilizando técnicas particulares como: el control de la respiración y la tonalidad muscular, la atención multifocal y el ciclo retrógrado sensorial, el estampado y coreografía de imágenes (imprinting), la dilatación extrema del movimiento, la explosión energética o el embodiment; la práctica de la danza nos permite desarrollar y mejorar nuestra propiocepción y capacidad kinestésica (Breiten, 2016); así como activar el sistema nervioso parasimpático (SNP), que ayuda a mejorar la observación y exteriorización de reacciones corporales sutiles e involuntarias durante la ejecución del movimiento, reducir el esfuerzo consciente y refinar la intuición física.

Como en los estados meditativos, la activación de la corteza cingulada y la ínsula permitirán al performer mejorar su atención focal del movimiento, así como una mayor versatilidad en la selección consciente del estado emocional y físico durante la acción escénica (Kasai et al 1999).

Un entrenamiento continuado nos ayudará a preparar al cuerpo-mente para alcanzar el estado de vaciamiento, referido en la danza como Butoh-Tai o estado de no-mente, en el que se consigue la disolución del sí mismo y una mayor armonía con los procesos de la naturaleza.

Algunos antropólogos de la danza han estudiado cómo el butoh ayuda a desmontar pensamientos, intenciones y movimientos habituales (Sweeney, R. et al. 2009), lo que nos permitirá desarrollar nuevos imaginarios escénicos y explorar otros caminos creativos hasta ahora desconocidos.

En palabras del propio Antonin Artaud, «Danzar es sufrir un mito, por tanto, reemplazarlo por la realidad».

Practicar la danza Butoh es aprender a desprenderse del yo como de una piel vieja, para adentrarse en las aguas profundas del gran océano del ser, y darle la vuelta al iceberg, revelar aquello que está oculto: nuestra sombra, y desde ahí habitar lo que Simone Weil estimaría como sagrado: aquello que es impersonal.

BIBLIOGRAFÍA

  • Damasio, Antonio. En busca de Spinoza. Neurobiología de las emociones y los sentimientos. Booket, 2003
  • Morgado, Ignacio. El cerebro y la mente humana. Ariel, 2023
  • Theofanopoulou, Constantina, et al. «Mobile brain imaging in butoh dancers: from rehearsals to public performance.» bioRxiv (2023): 2023-02.
  • Breiten, Jonathan Bradford. «The Butoh Body Performed: Aesthetic and embodiment in butoh dance.» (2016).
  • Kasai, Toshiharu. «A Butoh Dance Method for psychosomatic exploration.» Memoirs-Hokkaido Institute of Technology 27.1999 (1999): 309-316.
  • Sweeney, Rachel. Transferring principles: the role of physical consciousness in Butoh and its application within contemporary performance praxis. Diss. Middlesex University, 2009.
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